El inquilino, que se llama Sean Casey, ha señalado que vive con esta curiosa mascota desde hace más de cuatro años. Casey dice que Catfish, que es el nombre que le ha dado al animal, no es más que un "gran lagarto cariñoso". Dice, además, que es "tierno como un cachorro" y "siempre sonríe".
El arrendatario, además de compartir piso con un caimán, tenía en casa dos boas constrictor y un conejo como animales de compañía. Lo que parece raro es que el conejo haya aguantado tanto tiempo vivo. Cuando el casero vio el pequeño zoológico que Casey había montado en su vivienda, llamó rápidamente a las autoridades.
Por el momento, el caimán ha pasado a manos de una organización que se dedica al rescate de criaturas exóticas, mientras que las serpientes y el conejo han sido trasladados a un refugio para animales.