Cumbre en Bruselas

La Unión Europea le enseña la puerta de salida a Hungría

La ley de Hungría que prohíbe hablar de la homosexualidad en colegios y medios ha sometido a una presión extraordinaria en Bruselas a Viktor Orbán, jefe de Gobierno de Hungría, donde diecisiete socios comunitarios le han recibido con una crítica por escrito y Países Bajos le ha enseñado la puerta de salida de la Unión Europea.

EFE

Madrid | 25.06.2021 07:04 (Publicado 25.06.2021 07:03)

La Unión Europea le enseña la puerta de salida a Hungría
La Unión Europea le enseña la puerta de salida a Hungría | EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS

La Unión Europea le enseña la puerta de salida a Hungría. "Para mí, Hungría ya no tiene cabida en la Unión Europea", Así de tajante se ha mostrado el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, al llegar este jueves a la cumbre europea donde la controvertida ley húngara se convirtió en el gran tema de una cita programada para tratar sobre coronavirus, migración y política exterior.

También fue muy explícito el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, quien es abiertamente homosexual y advirtió ante los medios de comunicación de que "ser gay no es una elección, pero ser intolerante sí lo es".

Carta en la que diecisiete Estados miembros trasladan su voluntad de "seguir luchando contra la discriminación hacia la comunidad LGTBI

"Si de verdad piensa que por ver una película o por hablar en una clase sobre orientación sexual te haces gay, realmente no ha entendido nada", dijo Bettel. Poco antes, se había difundido una carta -promovida por España y Luxemburgo- en la que 17 Estados miembros trasladan su voluntad de "seguir luchando contra la discriminación hacia la comunidad LGTBI y reafirmando la defensa de sus derechos fundamentales".

"Somos sociedades diversas y tolerantes", dice el texto que también apoyaron los jefes de Estado o de Gobierno de Francia, Alemania, Italia, Finlandia, Estonia, Chipre, Grecia, Bélgica, Países Bajos, Irlanda, Letonia, Malta, Dinamarca y Suecia, y al que a última hora se sumó Austria.

El ultranacionalista Viktor Orbán, el jefe de Gobierno de Hungría, se encontró al llegar a Bruselas con todo eso, y algún distintivo arcoíris. "No se trata de la homosexualidad. Se trata de los niños y los padres. Eso es todo", declaró Orbán antes de sentarse con sus socios. Orbán sabía con lo que se iba a encontrar, porque no es la primera ley que aprueba y que se critica por homófoba y porque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había declarado la víspera que la nueva normativa es una "vergüenza".

Ante sus homólogos, Viktor Orbán, ha reiterado "que él no está contra la homosexualidad y que se trata de que los padres puedan controlar la educación de sus hijos".

Mark Rutte ha asegurado que Hungría "debe derogar" su controvertida ley o debe irse

Pero la amenaza más dura para Hungría ha sido la del primer ministro de Países Bajos que ha asegurado que Hungría "debe derogar" su controvertida ley y respetar los derechos humanos fundamentales consagrados "o debe irse" de la UE, no tiene a priori recorrido jurídico. Mientras que existen normas técnicas y políticas para solicitar el ingreso en la UE y un arsenal de sanciones económicas y políticas por violar las reglas comunitarias una vez dentro, los tratados no contemplan ningún procedimiento de expulsión de un socio.