Frank salió del agua y rápidamente fue atendido por los socorristas que se encontraban allí, que le hicieron una primera cura y le recomendaron que acudiese cuanto antes a un hospital para que le tratasen las heridas.
Y eso parecía que iba a hacer, pero nada más lejos de la realidad porque Frank, ni corto ni perezoso, en lugar de ir al hospital, se fue con unos amigos a tomar unas copas.
Uno de estos amigos disculpa la decisión del joven, que seguramente "se vio obligado a aceptar la invitación" para no ser descortés.
Ya hay quien opina que no saben quién fue más inconsciente, si este joven deportista por no ir de inmediato al hospital, o los amigos por tratar de persuadirlo para que se fuera al bar con ellos.