"Han tenido bastante actividad, desgraciadamente", ha señalado Trump en rueda de prensa desde la Casa Blanca en referencia a las islas Británicas.
"Si no tienes que viajar, yo no viajaría. Queremos que esto acabe. No queremos un montón de gente infectada", ha argumentado posteriormente el vicepresidente Mike Pence. "En los países con los que hemos suspendido los viajes (...) los estadounidenses podrán volver a Estados Unidos.
Los residentes legales podrán volver" con una cuarentena a su llegada, ha indicado Pence. Esta medida continúa la anunciada el miércoles, cuando Trump anunció la suspensión la entrada al país norteamericano a los extranjeros que hayan estado en un total de 26 países europeos, los pertenecientes al Espacio Schengen, como medida de prevención y control del nuevo coronavirus.
El mandatario justificó su decisión aludiendo a "evitar que nuevos casos entren" en Estados Unidos, ha señalado que habrá "ciertas excepciones para ciertos ciudadanos americanos" que se hayan sometido "a las evaluaciones apropiadas". La medida provocó las críticas de la Unión Europea, que describió la decisión como una medida unilateral sin consulta previa.