En una entrevista con la cadena ABC, Trump afirmó que le gustaría escuchar esa hipotética información que Rusia o China puedan ofrecerle. "No hay nada malo en escuchar", dijo.
"Si alguien llamase de un país, Noruega, 'tenemos información sobre tu rival', oh, creo que querría escucharlo", confesó el presidente.
"Eso no es una injerencia, ellos tienen información, creo que la recibiría. Si creyera que hay algo malo, entonces la llevaría al FBI", agregó Trump.
El presidente, además, dijo que los miembros del Congreso usan este tipo de prácticas todo el tiempo. "Todos lo hacen", dijo.
Una situación muy parecida a la descrita por Trump tuvo lugar en su campaña presidencial de 2016 y generó una gran polémica.
Su hijo mayor, Donald Trump Jr., mantuvo en junio de 2016 en la Torre Trump de Nueva York una reunión con una abogada rusa que supuestamente le había ofrecido información procedente del Kremlin para perjudicar a su rival, la demócrata Hillary Clinton.
Trump Jr. ha reconocido que esperaba obtener en ese encuentro información comprometedora sobre Clinton, pero que la abogada rusa no le aportó finalmente ningún dato, pese a lo que le había prometido un publicista que intermedió en la reunión.
De la reunión también participaron el asesor y yerno de Trump, Jared Kuschner, y el entonces jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, que cumple una pena de siete años y medio de cárcel por varios delitos económicos.
Precisamente hoy, Trump Jr. volvió a comparecer ante el Comité de Inteligencia del Senado a puerta cerrada para hablar sobre esa reunión.
Antes de entrar a la comparecencia, Trump Jr. dijo a periodistas que no tenía "nada que rectificar" sobre su primera declaración ante ese comité en 2017, cuando dijo que la abogada no le aportó "información relevante".