SÍ LO HACÍAN SUS PREDECESORES

Trump no cede: veta que su declaración de impuestos de 2016 se haga pública pese a la presión popular

Si Donald Trump mantiene su pulso, se convertirá en el primer presidente estadounidense desde Gerald Ford, en los años 70, que no publica cada año su declaración de impuestos, una tradición que sus predecesores han considerado parte de su deber de transparencia y rendición de cuentas ante el pueblo.

ondacero.es

Madrid |

El presidente de EEUU, Donald Trump | EFE

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no hará pública próximamente su declaración de impuestos relativa a 2016, confirmó la Casa Blanca, dos días después de que miles de personas protestaran en todo el país para exigir al mandatario que difundiera ese documento como hicieron sus predecesores. El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró que la última declaración de impuestos de Trump, que tiene de plazo hasta este martes para entregarla al órgano fiscal del país, se encuentra bajo auditoría, igual que lo están otras declaraciones del hasta ahora magnate inmobiliario relativas a varios años.

"Estamos bajo la misma auditoría que ha existido (desde hace tiempo)", dijo Spicer durante su conferencia de prensa diaria, al confirmar que Trump no publicará la declaración una vez se cumpla el plazo para entregarla. Preguntado por si Trump nunca hará públicas sus declaraciones de impuestos, Spicer respondió: "Tendremos que responderles más tarde sobre eso", implicando que no tenía una contestación para ello.

Trump va camino, por tanto, de convertirse en el primer presidente estadounidense desde Gerald Ford (1974-1977) que no publica cada año su declaración de impuestos, una tradición que sus predecesores han considerado parte de su deber de transparencia y rendición de cuentas ante el pueblo.

Durante la campaña electoral de 2016, Trump rompió también con el precedente de los candidatos presidenciales de las cuatro décadas anteriores al negarse a publicar su última declaración de impuestos, con el argumento de que estaba sujeta a una auditoría por parte del órgano fiscal estadounidense, el Servicio de Rentas Internas (IRS). La Casa Blanca no había aclarado hasta ahora si Trump mantendría también esa posición como presidente, y miles de personas se manifestaron este sábado en más de cien localidades de EEUU para exigir al presidente que publicara su declaración.

Desde la década de 1970, el IRS audita automáticamente cada declaración de impuestos del presidente y el vicepresidente de Estados Unidos, por lo que, si Trump sigue usando la auditoría para justificar su decisión de no publicar esos documentos, podrá seguir escudándose en ello durante el resto de su presidencia. No obstante, el IRS aseguró en un comunicado en febrero de 2016 que "nada impide" que una persona bajo auditoría haga pública la información de su declaración de impuestos.

Aún así, Trump insiste en escudarse en esa auditoría, y su portavoz opinó que el pueblo estadounidense dejó claro que no considera el tema tan importante cuando votó por él en las elecciones presidenciales. "La posición del presidente sobre esto ha sido muy clara desde la campaña electoral, y el pueblo estadounidense lo entendió cuando le eligieron en noviembre", subrayó Spicer.