Segre pidió el año pasado la creación de una comisión de investigación en el Parlamento para analizar el auge del odio, el racismo y el antisemitismo en Italia, tras ser objeto de todo tipo de arremetidas en redes sociales.
Las formaciones ultraderechistas Liga y Hermanos de Italia no respaldaron su propuesta y un grupo neonazi exhibió esta semana una pancarta cerca del lugar donde tenía previsto un acto la anciana.
Una fuente de los servicios de seguridad ha informado este jueves de que la Policía acompañará a Segre a los actos públicos, sin que por ahora se trate de una protección integral las 24 horas del día.
Una portavoz de la superviviente, Paola Gargiulo, ha asegurado que "Liliana recibe muchos más mensajes de apoyo y solidaridad que de odio". Entre los apoyos figuran los de varios ministros que incluso han perdido perdón por el comportamiento de ciertos colectivos.
Segre fue deportada desde Italia al campo nazi de Auschwitz en 1944, cuando tenía 13 años. Fue uno de los 776 niños italianos menores de 14 años enviados a este emblema de los abusos del régimen de Adolf Hitler, de los cuales solo 25 sobrevivieron.
La mujer ha dedicado gran parte de su vida a recordar los horrores del Holocausto y en 2018 fue nombrada senadora vitalicia. El embajador israelí en Italia, Dror Eydar, ha asegurado que las amenazas de las que ahora es víctima "simbolizan el peligro al que siguen enfrentándose en Europa las comunidades judías".