Miguel Pajares dice que se ve en un callejón sin salida por la situación que vive en Liberia. "Estilo África. Aquí no corre el tiempo, aquí todo se va a hacer mañana pero el mañana nunca llega. Estaba ahora tomando las medicaciones que tomo para el corazón, porque estoy operado y no puedo dejar de tomar esto".
Pajares reconoce que se encuentra "flojo, en baja forma y bastante pesimista". En el Hospital San José de Monrovia también permanece aislada la hermana Juliana Bohi, española de origen guineano. "El padre Miguel está mal. Si se puede, es mejor sacarle de aquí", ha dicho también en Onda Cero. Junto a ellos, están aislados otro religioso, dos hermanas misioneras de la Inmaculada Concepción africanas y el administrador del hospital de nacionalidad ghanesa.
Según el último balance de la Organización Mundial de la Salud, el brote de ébola que afecta a cuatro países de África Occidental ha matado ya a 887 personas y ha infectado a más de 1.600.