El pasado 26 de junio, los agentes de policía de la ciudad del estado de Ohio desvelaron en una rueda de prensa todos los detalles del suceso y confirmaron que el asesino de la niña de ocho años fue identificado como Harold Warren Jarrell.
Una investigación llevada a cabo por la policía, después de de obtener muestras de ADN de los parientes vivos de Harold Warren Jarrell y confirmar el vínculo entre este y Kelly Ann Prosser gracias al ADN de unos primos terceros, ayudó a determinar que Harold Warren Jarrell era el culpable de la muerte de la pequeña.
Así, queda cerrado un caso que ha estado más de 38 años sin esclarecer. La niña de ocho años fue secuestrada cuando caminaba de vuelta a casa desde la escuela primaria en el distrito universitario de Columbus. Dos días más tarde de su desaparición, su cuerpo fue hallado en un campo de maíz en el condado de Madison.