Mañana se acordará en el parlamento europeo preparar un crédito puente de 7.000 millones de euros, a tres años, y un plan de inversiones de 35.000 millones euros para el rescate de Grecia. A estas condiciones se oponen Reino Unido, Dinamarca, Suecia y la República Checa.
Estos países no quieren que se utilice el dinero procedente de un fondo de la Unión Europea que nada tiene que ver con la Eurozona. Sin embargo no pueden bloquear esta situación si no es con la ayuda de algún miembro de la zona Euro.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea asegura que "no hay otra solución para Grecia" y que "nosotros también sufriremos el impago del estado griego".
Después del debate que se llevará a cabo en el parlamento europeo los harán países como Alemania en los próximos días.