El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha fallado en contra de los padres de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en Portugal en 2007, y sentencia que el país luso dio a los padres una audiencia justa en su batalla por difamación contra el expolicía portugués, Gonçalo Amaral.
Amaral, que trabajó como responsable de la investigación, fue apartado del caso debido a sus incesantes críticas contra la policía británica. En su libro "Maddie, la verdad de la mentira", sacó a la luz detalles anteriormente desconocidos sobre la pesquisa y sugirió que los padres de la pequeña habían estado involucrados en su desaparición, asegurando que la niña había "muerto accidentalmente".
Como respuesta, Kate y Gerry McCann interpusieron una denuncia por difamación. En 2015, un tribunal portugués falló a su favor y condenó a Amaral a pagarles una indemnización por daños y perjuicios, aunque esta sentencia fue revocada tan solo dos años después por el alto tribunal de Portugal. Fue entonces cuando los padres decidieron recurrir en el Tribunal Europeo argumentando que su derecho a un juicio justo, el derecho a la vida familiar privada y la libertad de expresión no habían sido respetados por Portugal.
La sentencia del TEDH dice que la justicia portuguesa no ha incumplido su deber de proteger los derechos de los progenitores, alegando que sus argumentos sobre la presunción de inocencia son infundados. "Aun suponiendo que la reputación de los demandantes se haya visto perjudicada, ello no se debió al argumento esgrimido por el autor del libro, sino a las sospechas expresadas contra ellos", dictaminó el TEDH.
La búsqueda continúa con un nuevo sospechoso
La pequeña Madeleine McCann desapareció en mayo de 2007 con tan solo tres años, cuando se encontraba junto a sus hermanos en una habitación del apartamento en el que se alojaba su familia, localizado en el centro turístico de Praia da Luz, el Algarve portugués. La investigación inicial, realizada por la policía portuguesa, no arrojó ninguna pista importante y durante un tiempo los detectives centraron su atención en los padres. Estos fueron interrogados como sospechosos formales en otoño del mismo año.
En julio de 2008, los oficiales abandonaron la pesquisa por falta de pruebas y los exoneró de toda implicación. Sus progenitores llevan años en una campaña incansable para llamar la atención sobre la desaparición de su hija, en la que han participado una serie de figuras públicas británicas. Desde magnates de los negocios hasta autores y estrellas del fútbol, son muchas las personas que han hecho llamamientos para obtener información.
Un conocido pedófilo y traficante de drogas convicto surgió como el principal sospechoso el año 2020. En mayo el fiscal alemán que se encarga del caso aseguró que se habían encontrado nuevas pruebas que podrían incriminar al sospechoso. Christian Brueckner, que se encuentra actualmente cumpliendo condena por cometer una violación en la misma zona en la que desapareció la niña, continúa insistiendo en su inocencia, negando cualquier tipo de implicación en el caso.