Si el régimen iraní cumple su amenaza, no solo se suspenderían las inspecciones a sus centrifugadoras de uranio, además de los controles del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), sino que se abriría la puerta a una preocupante aceleración de su programa nuclear militar, con la consiguiente incertidumbre regional y mundial.
Carlos Umaña, médico activista de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, avisa: Irán podría ser capaz de construir una bomba atómica -como muy pronto- en 12 meses. “Ya tenemos un fallo que es Corea del Norte, y si ahora Irán también se suma a ese ocultismo sin duda se debilitará el régimen de no proliferación”, asegura Umaña.
Irán está dando los primeros pasos antes de romper con el TNP
Esta semana ya se han dado los primeros pasos cuando el Parlamento iraní ha aprobado un proyecto de ley que busca suspender la cooperación con el OIEA, que ya ha suscitado las críticas de su director, Rafael Grossi. No cree que esto ayude a nadie, ni siquiera a Irán. “Solo llevaría al aislamiento y a todo tipo de problemas. Tal vez también al desmoronamiento, y a una erosión muy grave en la estructura del Tratado de No Proliferación Nuclear", señala este portavoz del ejército israelí.
Irán firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear en 1968 y lo ratificó dos años más tarde (garantizándose el derecho a utilizar energía nuclear a cambio de no desarrollar armas atómicas). Lo cierto es que Teherán – que se sepa- acumula más de 400 kilos de uranio enriquecido al 60%. Umaña, cuya organización fue reconocida con el Nobel de la Paz, admite que las consecuencias del abandono de Irán podrían ser demoledoras y un peligro para el Planeta.
“Las consecuencias serían devastadoras”, según los expertos
Umaña explica las consecuencias de una bomba atómica: “Se crearía un invierno nuclear capaz de aniquilar a gran parte de la vida sobre la tierra, destruiría nuestra civilización y también nuestra espacie. Con un arma nuclear la guerra no duraría días, semanas ni meses, duraría minutos”, añade el experto.
Un reciente informe del Pentágono revela que la intervención de Estados Unidos en la guerra entre Israel e Irán ha logrado retrasar apenas un par de meses el programa nuclear iraní, contrastando con el triunfalismo del presidente norteamericano Donald Trump que habla de décadas.
Mucho más ambiguo con su programa nuclear es Israel, que ni confirma ni desmiente, aunque se cree que podrían contar con entre 80 y 400 ojivas nucleares. Pero que sí que presume de que los ataques contra las centrifugadoras de uranio iraníes “han retrasado varios años su estrategia atómica”, según Effie Defrin, portavoz militar del ejército de Benjamín Netanyahu.
¿Qué países tienen armas nucleares?
Cinco países firmantes del Tratado de No Proliferación cuentan oficialmente con las armas termonucleares: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China. Extraoficialmente, Israel también la tiene. Parcialmente Japón, que dispone de la tecnología necesaria, aunque no tiene intenciones de fabricar ninguna bomba atómica. Pakistán, India y Corea del Norte dicen haberla probado, pero no se ha podido certificar porque están fuera de los controles. Y esta situación se podría replicar si el régimen de los Ayatolás rompe con el Tratado de No Proliferación Nuclear.