La Franja de Gaza ha sido el escenario de tres sangrientas jornadas de intercambio de ataques entre Israel y la Yihad Islámica.
La tensión entre ambos territorios se incrementó el pasado lunes cuando Israel arrestó en Cisjordania (ocupada días antes) a un alto cargo de la Yihad Islámica, Bassem Saadi. Su detención en la ciudad de Yenín generó una amenaza de represalia por parte de la organización, e hizo que Israel cerrara los cruces fronterizos con Gaza e interrumpiera la circulación en las comunidades fronterizas.
En los días posteriores, la Yihad Islámica movilizó unidades armadas con lanzadores de misiles antitanques como señal de fuerza, algo que Israel consideró como una potencial una amenza.
Fue el pasado viernes cuando Israel lanzó una operación militar "preventiva" contra presuntos objetivos de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza, argumentando que se enfrentaba a una amenaza de "ataque inminente" por parte de la YIP tras la captura de Bassem Saadi.
Operación Despuntar al Alba
La operación militar israelí, bautizada 'Despuntar al Alba', responde, además, a la negativa de Israel a aceptar las exigencias de la YIP, entre ellas, la de liberar a prisioneros y el cese de las redadas militares israelíes en el campo de refugiados de Yenín.
Los ataques han dejado al menos 44 palestinos muertos y más de 360 heridos, entre ellos 15 niños. Además, la Yihad Islámica ha identificado a al menos nueve de los fallecidos como milicianos del grupo, incluyendo a los dos principales comandantes de su brazo armado: Taysir al Yabari y Jáled Mansur. Israel, por su parte, no ha registrado víctimas mortales y cifra en 20 los heridos leves.
Desde que comenzó la escalada de violencia el Ejército israelí asegura haber atacado más de 140 objetivos del grupo, en bombardeos que derrumbaron múltiples estructuras civiles, incluyendo una torre residencial.
Estos bombardeos causaron la destrucción de al menos 650 viviendas, según ha informado el movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en Gaza.
Respuesta de la YIP
Por su parte, la Yihad Islámica ha lanzado más de 600 cohetes hacia Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados por los sistemas de defensa antiaérea o impactaron en áreas despobladas. El domingo, la organización amplío el alcance de sus proyectiles hasta Jerusalén y Tel Aviv.
Desde entonces, los gazatíes con permisos para salir no han podido acceder a Israel a trabajar o a recibir atención médica y los comerciantes no pudieron meter o sacar alimentos ni mercancías. Pero lo más grave para la población ha sido la interrupción de la entrada de combustible, imprescindible para el funcionamiento de la única central eléctrica de la franja, que tuvo que detener su funcionamiento.
Israel y la YIP firman un alto el fuego
Finalmente, este domingo Israel y la Yihad Islámica Palestina (YIP) alcanzaronun acuerdo de alto el fuego mediado por Egipto que ha supuesto el fin de tres jornadas sangrientas en Gaza.
Tras múltiples intentos fallidos, la visita de una delegación egipcia a la Franja facilitó las negociaciones de un cese de hostilidades.
Como en otras ocasiones, Egipto vuelve a tener un papel decisivo como interlocutor entre Israel y las milicias palestinas, tal y como ocurrió durante la crisis de mayo de 2021.
Estados Unidos pide que se investiguen los ataques
Estados Unidos ha pedido hoy que se investiguen los ataques de los últimos días en Gaza. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que la Administración estadounidense apoya "una investigación exhaustiva" de lo sucedido.
La portavoz hizo también un llamado a todas las partes para que "implementen completamente" el alto el fuego y garanticen que el combustible y los suministros humanitarios fluyan hacia Gaza a medida que disminuyen los combates.
En un comunicado, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, celebró el acuerdo y aseguró que seguirá "completamente comprometido con el mantenimiento de la calma" en Gaza.
Blinken valoró que el acuerdo de este domingo ponga fin a las hostilidades y restaure la calma en la zona y dijo que supone un "alivio" para los civiles israelíes y palestinos y permite los envíos de combustible y otras mercancías a Gaza.