Apoyan el nuevo régimen

¿Qué beneficio sacan China y Rusia con el dominio talibán en Afganistán?

Las potencias asiáticas se muestran contentas con el fracaso estadounidense en Afganistán y miran con ambición hacia una nueva geopolítica. Estos son los beneficios que China y Rusia sacan de la situación en Afganistán.

María Gil

Madrid | 25.08.2021 12:36

Militares en Afganistán
Militares en Afganistán | EFE

El abandono de las tropas estadounidenses tras 20 años de ocupación y la vuelta al poder de los talibanes en Afganistán podría suponer una nueva configuración geopolítica en Asia. China y Rusia esperan salir beneficiados de este importante movimiento y no ocultan su satisfacción con lo ocurrido.

Por el momento, ambos países son los únicos países que han decidido no cerrar sus embajadas en Kabul, la capital afgana, y con la retirada occidental todo apunta a que ganarán influencia en el continente asiático.

¿Qué saca Rusia de la situación en Afganistán?

El país liderado por Vladimir Putin lleva más de tres décadas sin representación militar en Afganistán. Su lucha contra el terrorismo ha sido clara estos años y, aunque tilda de terroristas a los talibanes, se muestra abierta a mantener una buena relación con estos.

Rusia intentaría con este acercamiento, tal como apunta Fernando Arancón, especialista en geopolítica y director de El Orden Mundial, evitar que minorías musulmanas ubicadas en territorio ruso consigan financiación externa y supongan un problema para el país.

En este sentido, "lo que están buscando China y Rusia es básicamente que Afganistán no se convierta en un refugio para grupos yihadistas, porque ambas tienen en su territorio minorías musulmanas que les han dado problemas en el pasado", explica Arancón, que añade: "No quieren que el régimen talibán les empiece a financiar".

¿Cómo se beneficia China del dominio talibán en Afganistán?

China tiende la mano al nuevo régimen talibán. Según la portavoz china de Asuntos Exteriores, el gigante asiático está "preparado para desarrollar buenas relaciones y una cooperación amistosa" con Afganistán, además de "tener un papel constructivo en la reconstrucción y la paz" del país.

Hua Chunying, portavoz del citado Ministerio, asegura que su país desea una "suave transición" en Afganistán que "mantenga fuera cualquier tipo de terrorismo y acto criminal", asimismo, espera que "los afganos no sufran una guerra y puedan reconstruir su tierra".

Aunque todo pasa por la propaganda, los intereses económicos de China no pueden dejarse a un lado. En primer lugar, les interesaría explotar los recursos mineros afganos, aunque para Arancón "es inviable", puesto que Afganistán "no tiene ningún tipo de infraestructura para extraerlos".

"Se ha hablado mucho de que se supone que existen minerales, pero no se sabe muy bien en qué cantidad ni por qué valor", remarca el experto en geopolítica.

Respecto a la conocida como Nueva Ruta de la Seda y el hipotético beneficio que China podría conseguir con la nueva situación en Afganistán, el director de El Orden Mundial asegura que, lejos de incorporar este país en su trazado, la intención del gigante asiático es evitar que el régimen talibán "desestabilice las repúblicas de Asia Central, que son un poco débiles" y, por lo tanto, suponga un problema para este ambicioso proyecto chino.