La de hoy será la primera reunión bilateral en los dos últimos años, en los que precisamente las diferencias sobre la situación en Ucrania y Siria han degradado las relaciones entre Moscú y Berlín.
Merkel llega a la cita de Sochi, según el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, con el propósito de cooperar con Rusia en la búsqueda de soluciones "constructivas" a los retos internacionales.
Sin embargo, expertos citados por la agencia oficial rusa RIA Nóvosti dudan de que las conversaciones de la canciller federal y el jefe del Kremlin conduzcan al relanzamiento de las relaciones ruso-germanas.
Como mucho, se puede esperar cierto alivio de las actuales tensiones. La postura de Moscú frente al conflicto ucraniano no ha variado un ápice desde su estallido en abril de 2014: Rusia insiste en que no es parte del contencioso y, por tanto, está al margen de los acuerdos para su arreglo.
Berlín, por su parte, mantiene su condena a la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.
En Sochi, Merkel y Putin hablarán también de los preparativos de la cumbre del G20 (países desarrollados y emergentes), que se celebrará los días 7 y 8 de julio próximo en Hamburgo (Alemania).