Han pasado casi dos meses desde que Italia decretara el estado de alarma, -lo hacía el pasado 9 de marzo-, y tras consolidarse la tendencia favorable de los datos de la pandemia, el país transalpino ha fijado su plan de desescalada que podría servir de referencia para el plan en nuestro país.
Este día se reanudarán las actividades industriales y todo el sector de la construcción, así como el comercio mayorista.
Se permitirán las reuniones familiares no masivas, así como las salidas para visitar a familiares dentro de una misma región. Se podrá salir a practicar deporte y se abrirán parques y jardines. Además, no habrá límite de distancia sobre la vivienda, pero sí se deberá guardar la distancia de seguridad al salir a practicar deporte.
Por otro lado, el 4 de mayo se volverán a permitir los funerales con menos de 15 personas, pero se mantiene la prohibición de mantener cerrados los templos. Algo que no ha gustado a la Conferencia Episcopal italiana, que ha exigido al Gobierno que respete la libertad de culto y permita las misas.
Además, a partir del 4 de mayo, los restaurantes podrán volver a ofrecer su servicio de comida para llevar.
En esta fecha está previsto que se vuelvan a abrir los museos, las bibliotecas y el pequeño comercio. Además, los talleres también podrán abrir.
Por otro lado, se permitirán los entrenamientos de equipos en campos deportivos.
No será hasta junio cuando los bares y restaurantes puedan volver a abrir sus puertas. Pero para poder hacerlo, tanto los bares y restaurante deberán seguir un protocolo de seguridad con una reducción de aforo a la mitad.
Para lo que no hay fecha de vuelta aún es para las clases. Giuseppe Conte anunció en una entrevista a la prensa italiana que las escuelas reabirán en septiembre.