Sarah Hicks de Melburne, Australia, admite que durante la primaria y la secundaria pesaba más. En 2013, con 23 años, Sarah no comía para cumplir el sueño de su exnovio: quería que su aspecto se pareciese al de una actriz porno, según informa Daily Mail.
Pasó de pesar 78 kilos a 42. La anorexia era sólo el comienzo de la dura batalla que había empezado con su cuerpo. Los gimnasios le prohibieron la entrada por su aspecto físico, "no exagero, era una tortura", confesó.
Cuando era pequeña, los agresores se burlaban de Sarah. A los 20 años, su padre le llamaba "gorda" y su exnovio le pidió que tuviese un cuerpo como una actriz porno.
Por todo eso, bajo presión, adelgazó 36 kilos. Tras ser ingresada por sus problemas alimenticios, los médicos temían que el desorden alimenticio pudiese matarla.
Ahora, con 26 años y con 57 kilos, sigue preocupada por su peso y por los problemas de salud que le han causado. "Tengo problemas de estómago, de intestino, dolor en el pecho y muchos problemas más", recalcó.
El mensaje que deja para la sociedad actual: "Rodéate de gente que te acepte como eres".