tras la bendición 'Urbi et Orbi', a la ciudad y al mundo

El Papa pide a los políticos de las economías avanzadas que pongan fin a la "preocupante" carrera de armamentos

El Papa ha pedido que los políticos pongan fin a la "preocupante" carrera de armamentos y ha instado a abrir los corazones a los indefensos, los pobres, los desempleados, los marginados, los que llaman a la puerta en busca de pan, de un refugio o del reconocimiento de su dignidad.

Europa Press

Madrid | 21.04.2019 17:08

El Papa Francisco
El Papa Francisco | Agencia EFE

"Que haga de nosotros constructores de puentes, no de muros. Que Él, que nos da su paz, haga cesar el fragor de las armas, tanto en las zonas de guerra como en nuestras ciudades, e impulse a los líderes de las naciones a que trabajen para poner fin a la carrera de armamentos y a la propagación preocupante de las armas, especialmente en los países más avanzados económicamente", ha implorado el Pontífice.

Francisco ha hecho estas consideraciones tras la bendición 'Urbi et Orbi', a la ciudad y al mundo, que el pontífice imparte dos veces al año al final de la Semana Santa y en Navidad. Para la ocasión, la Plaza de San Pedro se ha transformado en un gran jardín, adornada con más de 55.000 flores y plantas, procedentes directamente de Holanda, como regalo tradicional de esta nación, iniciativa que llega ahora a su 33ª edición.

Estas ceremonias preceden al conocido como 'Lunes del ángel', que se celebrará este lunes de 22 de abril, en el que el Santo Padre rezará a mediodía la oración mariana de Regina Coeli con los fieles y peregrinos que se darán cita en la Plaza de San Pedro para escuchar sus palabras y recibir su bendición apostólica.

Asomado al balcón de la logia central de la basílica de San Pedro, Francisco ha hecho un repaso de la violencia y el sufrimiento que aflige al mundo, comenzando por el conflicto en Siria que "continúa y amenaza" con hacer caer en "la resignación e incluso en la indiferencia".

Así, ha hecho un llamamiento a renovar el compromiso "a favor de una solución política" que responda a las aspiraciones "de libertad, de paz y de justicia, que aborde la crisis humanitaria y favorezca el regreso seguro de las personas desplazadas, así como de los que se han refugiado en países vecinos, especialmente en el Líbano y en Jordania".

El Papa ha hecho hincapié en que Oriente Medio está "desgarrado por continuas divisiones y tensiones". Así, ha pedido que los cristianos de la región no dejen de dar testimonio con "paciente perseverancia" del Señor resucitado. También se ha referido a Yemen, "sobre todo para los niños, exhaustos por el hambre y la guerra" y al conflicto entre israelíes y palestinos a los que ha instado a "buscar un futuro de paz y estabilidad".

El pontífice ha aprovechado su mensaje para implorar que las armas "dejen de ensangrentar a Libia, donde en las últimas semanas, personas indefensas vuelven a morir y muchas familias se ven obligadas a abandonar sus hogares". Por ello, ha instado a las partes implicadas a que elijan "el diálogo en lugar de la opresión, evitando que se abran de nuevo las heridas provocadas por una década de conflicto e inestabilidad política".

Durante la bendición apostólica ha mencionado los conflictos abiertos en el continente africano, lleno todavía de "tensiones sociales, conflictos y, a veces, extremismos violentos que dejan inseguridad, destrucción y muerte, especialmente en Burkina Faso, Mali, Níger, Nigeria y Camerún".

Pero también Sudán, que según ha dicho, "está atravesando un momento de incertidumbre política y en donde espero que todas las reclamaciones sean escuchadas y todos se esfuercen en hacer que el país consiga la libertad, el desarrollo y el bienestar al que aspira desde hace mucho tiempo".

"Que el Señor resucitado sostenga los esfuerzos realizados por las autoridades civiles y religiosas de Sudán del Sur, apoyados por los frutos del retiro espiritual realizado hace unos días aquí, en el Vaticano. Que se abra una nueva página en la historia del país, en la que todos los actores políticos, sociales y religiosos se comprometan activamente por el bien común y la reconciliación de la nación", ha dicho.

Asimismo, ha deseado que "los habitantes de las regiones orientales de Ucrania, que siguen sufriendo el conflicto todavía en curso, encuentren consuelo en esta Pascua" y que sean alentadas "las iniciativas humanitarias y las que buscan conseguir una paz duradera".

El pontífice también ha hecho mención a los países del continente americano que "sufren las consecuencias de situaciones políticas y económicas difíciles". Ha nombrado al pueblo venezolano y a "tantas personas carentes de las condiciones mínimas para llevar una vida digna y segura, debido a una crisis que continúa y se agrava". Así, ha pedido a los responsables políticos "trabajar para poner fin a las injusticias sociales, a los abusos y a la violencia, y para tomar medidas concretas que permitan sanar las divisiones y dar a la población la ayuda que necesita".

Y ha pedido que los esfuerzos que se están realizando en Nicaragua encuentren "lo antes posible una solución pacífica y negociada en beneficio de todos los nicaragüenses".

Antes de la bendición, el pontífice ha recorrido la plaza de San Pedro en el papamóvil para saludar a los fieles que estaban reunidos allí.