Barack Obama se reúne con líderes musulmanes en la Gran Mezquita de Baltimore, el primer templo musulmán que visita el presidente desde que llegó a la Casa Blanca en el año 2009.
Obama ha aceptado la invitación de los líderes religiosos de esta comunidad, que le habían pedido un gesto de apoyo ante los continuos ataques en los últimos meses contra los musulmanes y refugiados llegados de Iraq y Siria, a los que muchos candidatos a la Presidencia y gobernadores republicanos no quieren recibir en EEUU bajo la sospecha de que son terroristas.
El presidente ha defendido a los 2.700.000 musulmanes que hay en el país, y ha señalado en repetidas ocasiones que "son nuestros vecinos, nuestros amigos y que forman parte muy importante de la sociedad, cultura y las fuerzas armadas de EEUU".
No hay duda alguna de que la visita de Obama a la mezquita de Baltimore va a convencer a muchos norteamericanos de sus sospechas, de que es seguidor del Islam. Un 29% dice que el presidente es musulman aunque entre los republicanos la cifra se dispara a más del 40%.