El senador Brad Hoylman, que patrocinó la reforma de la ley que elimina la exención religiosa, aseguró que con su aprobación, las dos cámaras legislativas "protegen al vulnerable y defienden la ciencia". "Esta ley salvará vidas", dijo, por su parte, el legislador Jeff Dinowitz, después de que la nueva normativa fuera aprobada en el Congreso por 77 votos a favor y 55 en contra.
El pasado 30 de mayo, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), informaron de que los casos de sarampión en Estados Unidos siguen aumentando y alcanzan ya los 971 en lo que va de año, la mayor cifra en el país desde hace 27 años. La ciudad de Nueva York es una de las zonas más afectadas con unos 550 casos reportados desde septiembre del año pasado, en especial en Brooklyn y Queens, donde se han suministrado más de 25.000 vacunas a niños y adolescentes.
En el caso del estado de Nueva York, los dos brotes se concentran en comunidades judías ultraortodoxas, una en el distrito de Brooklyn y otra en el condado de Rockland, a las afueras de la ciudad. Entre las comunidades ultraortodoxas de Brooklyn existe un debate entre quienes defienden las inoculaciones y quienes las rechazan. Las autoridades han cerrado en este barrio neoyorquino siete escuelas judías por no haber cumplido la orden de no aceptar niños que hayan sido inmunizados contra el sarampión, una decisión tomada para intentar frenar su expansión.
El 9 de abril se declaró el estado de emergencia en las zonas donde se concentran los casos en Nueva York y se emitió una orden para que adultos y niños de más de seis años se vacunaran en un periodo de 48 horas.
Salud advirtió de que en caso de no cumplir con dicha orden se emitirían citaciones y las personas que se resistan a vacunarse serían multadas con hasta mil dólares.