TRAS UNA LARGA BATALLA JUDICIAL

Muere Charlie Gard, el bebé británico con una rara enfermedad terminal

El bebé británico Charlie Gard, que sufría una rara enfermedad terminal, ha fallecido en un hospital especializado en cuidados paliativos en Londres, tras una larga batalla judicial protagonizada por sus padres, según ha confirmado un portavoz de la familia.

ondacero.es

Madrid | 28.07.2017 19:34

Charlie Gard
Charlie Gard | Agencias

Chris Gard y Connie Yates, los padres del pequeño de once meses afectado por una enfermedad mitocondrial congénita, lucharon durante meses para poder trasladar a su hijo a Estados Unidos a fin de someterlo a un tratamiento experimental, contra el parecer del hospital londinense Great Ormond Street, que trataba al bebé.

En un vista judicial celebrada el pasado jueves 27 de julio, un juez del Tribunal Superior de Londres determinó que el niño fuera trasladado a otro hospital especializado en enfermos terminales, donde se le ha desconectado de las máquinas que le mantenían con vida.

"Nuestro niño bello se ha ido, estamos muy orgullosos de ti, Charlie", ha indicado su madre en un comunicado difundido entre los medios. Connie Yates lamentó ayer mismo que se les hubiera "negado" su "último deseo" de pasar varios días con su bebé antes de desconectarlo de los aparatos de respiración artificial.

Los padres del bebé han mantenido en los últimos meses una dura y mediática batalla legal con el hospital londinense Great Ormond Street, que consideraba que el tratamiento experimental que se les ofrecía no mejoraría su calidad de vida y abogaban por dejarlo morir.

El pasado lunes, Gard y Yates anunciaron que abandonaban el pulso con la justicia para llevar a Charlie a EEUU al considerar que la salud del bebé se había deteriorado hasta llegar a "un punto de no retorno" y solicitaron al juez poder llevarlo al hogar familiar antes de que el bebé muriera.

Finalmente, la pareja aceptó la alternativa sugerida por el hospital Great Ormond Street, que consideraba esa opción inviable por motivos prácticos, y el niño fue trasladado a otro centro especializado en cuidados paliativos, no identificado, donde se le ha desconectado de los aparatos que le mantenían con vida.