El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, ha declarado que habrá 1.000 millones de euros para luchar contra Daesh en Siria, Irak y Libia, donde todo está pendiente de que las facciones lleguen a un acuerdo para formar un Gobierno de unidad nacional que haga frente con unas mínimas garantías a los islamistas.
Según Margallo, "la constitución del Gobierno es la última esperanza para que haya una solución dialogada y pacífica que traiga la estabilidad a Libia. Si eso no ocurriese, habría que empezar a pensar en un plan B".
Antes de llegar a la intervención militar, en opinión del ministro de Exteriores, habría que pensar en medidas de presión para que se forme ese Gobierno, como la congelación de activos del Banco Central Libio y un embargo del petróleo.