El cierre de la Cumbre empezaba con un mensaje para el gran ausente, Rusia, hacia el que no habrá una relajación de las sanciones, sino todo lo contrario.
Angela Merkel recordaba que el grupo que ahora se autodenomina Comunidad de Valores sigue condenando la anexión de Crimea. Los siete creen en la solución política del conflicto de Ucrania, piden el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk y amenazan con endurecer las sanciones a Rusia si no se cumplen cuanto antes.
Tras la reunión, se ha confirmado que se mantendrán sus sanciones hasta que se apliquen los Acuerdos de Minsk, lo que implica una prolongación de las mismas más allá del mes de julio. El G7 está de acuerdo en ampliar las sanciones contra Rusia, en caso de que sea necesario.
El éxito de la Cumbre se lo apunta la canciller Angela Merkel, que obtiene el apoyo del G7 para lograr un acuerdo climático con compromisos vinculantes.
Entre ellos la apuesta por la descarbonización energética total dentro de este siglo, el mantenimiento del límite de 2 grados para el aumento global de la temperatura y los compromisos financieros de países desarrollados con los más pobres para facilitar la implementación de renovables. Un éxito anclado a la próxima Cumbre del Clima de diciembre que, de momento, satisface a la anfitriona Merkel.