El líder republicano Kevin McCarthy ha vuelto a fracasar en su intento de ser el nuevo presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en una octava votación bloqueada por un grupo de republicanos que se han negado a apoyarle.
McCarthy sigue sin sumar los 218 votos necesarios debido a la rebelión de varios miembros del ala más derechista de su partido.
Por tanto, Estados Unidos sigue sin definir su poder legislativo, el que se encarga de elaborar las leyes lo que supone un gran escenario de incertidumbre en la máxima potencia mundial. Este batacazo llega pese al apoyo de Donald Trump que en sus redes sociales ha pedido el apoyo a McCarthy: "Republicanos, no dejéis que un gran triunfo se convierta en una derrota gigante y embarazosa. Es momento de celebración. Kevin McCarthy hará un buen trabajo, tal vez incluso un gran trabajo, ¡estad atentos!"
Los republicanos rebeldes agrupados en el ultraconservador Freedom Caucus desoyeron las palabras de Trump, quien horas antes del pleno había pedido a sus seguidores que cerraran filas con McCarthy.
Los republicanos tienen la mayoría en la Cámara y matemáticamente podrían tener los votos suficientes, sin embargo, las divisiones internas hacen que no se llegue a un acuerdo y deje a un McCarthy muy tocado que acusa a los que no le apoyan de defender sus intereses personales por encima de los de los EEUU.
El reglamento no plantea más alternativa que seguir repitiendo votaciones hasta que alguien logre la mayoría absoluta para sustituir a la demócrata Nancy Pelosi en el cargo, que es la tercera autoridad del país después del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y de la vicepresidenta, Kamala Harris.