SEGÚN UNAS GRABACIONES PUBLICADAS EN 'THE WASHINGTON POST'

El líder de los republicanos en la Cámara de Representantes cree que Putin pudo haber pagado a Trump

El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, aseguró antes de que Donald Trump fuera nominado oficialmente por el Partido Republicano como candidato a la Casa Blanca, que había "dos personas" que creía que habían recibido pagos por parte del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y que una de esas dos personas era el propio Trump.

ondacero.es

Madrid |

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump | EFE

"Hay dos personas a las que creo que Putin paga: Rohrabacher y Trump", afirmó el republicano en una conversación privada que mantuvo con otros líderes de la formación, según una grabación del encuentro a la que ha accedido el diario 'The Washington Post'.

Dana Rohrabacher, de California, es un congresista conocido por su postura favorable al mandatario ruso. El presidente de la Cámara, Paul Ryan, también presente en el encuentro, detuvo la conversación para que la afirmación de McCarthy no fuera más allá y se comprometió a que esta declaración se mantuviera en secreto.

Tras la frase del líder de la mayoría en la Cámara, algunos de los presentes se rieron, a lo que el propio McCarthy respondió: "Lo juro por Dios". Ryan pidió al resto de republicanos que la afirmación quedara como una conversación privada. "Sin filtraciones... Así es como sabemos que somos una verdadera familia", añadió.

La relación entre Trump y el Gobierno de Moscú ha levantado la polémica desde antes incluso de que el republicano llegara a la Casa Blanca. La publicación de los correos electrónicos de miembros del Partido Demócrata en vísperas de las elecciones, entre ellos del entorno de la excandidata Hillary Clinton, han provocado que Washington sospeche de que Rusia interfirió en los comicios para favorecer al actual mandatario.

Desde entonces, los contactos entre el exasesor de Seguridad Nacional y el embajador de Rusia en Estados Unidos, Sergei Kisliak, que le obligaron a dimitir de su cargo menos de un mes después de asumirlo, o las recientes conversaciones entre Trump y el secretario de Estado ruso, Sergei Lavrov, en las que presuntamente habrían abordado información altamente clasificada han contribuido a que la polémica continúe.