Una joven cuenta a través de Instagram cómo se ha recuperado de la anorexia
Connie Inglis lanza a través de Instagram un mensaje de optimismo y trata de hacer ver a sus seguidores que no tienen que preocuparse por su cuerpo. Mediante fotografías de su recuperación, la joven asegura que es posible encontrar la felicidad y que cualquiera puede recuperarse de este desorden.
Connie Inglis, una joven británica de Leed, ha usado su perfil de Instagram para dar mensajes positivos desde 2016. Sin embargo, sus mensajes van más allá del positivismo. Inglis también utiliza la red social como herramienta de apoyo en su lucha contra la anorexia y para ofrecer mensajes inspiradores que promuevan el amor propio.
La joven ha publicado una fotografía suya que fue tomada hace un año y una actual para mostrar a sus seguidores lo que ha conseguido a lo largo de este tiempo y cómo ha evolucionado desde que comenzó a recuperarse de este desorden alimentario.
En primer lugar quiero aclarar que esto no se trata de mirar lo delgada que estaba o lo bien que lo he hecho, escribe a sus más de 22.000 seguidores. Esto es para mostraros que no importa lo perdida que puedas estar, es posible escapar, es posible encontrar la felicidad de nuevo, asegura en una entrevista en el medio Daily Mail.
"En segundo lugar, no tienes que tener esta figura, este tamaño tamaño o este color para que tus problemas importen. ¡Siempre mereces ayuda si estás luchando contra algo!", dice la joven.
Connie Inglis explica que ha pasado ya un año desde que ingresó en la unidad de psiquiatría de un hospital. "Mi desorden alimenticio se apoderó de mí y quería morir. Por ello fui ingresada y me forzaron a ponerme mejor", dice. "Me pusieron un tubo y fui forzada a ver cómo los índices subían cada semana sin que yo pudiera hacer nada. Odiaba a todos los que me hacían pasar por eso", cuenta la joven, quien añade que estaba siempre bajo los efectos de la medicación para no dañarse a sí misma.
La joven asegura que fue capaz de vencer la anorexia porque estaba rodeada de gente que la gería. "Mis mejores amigos y mi novio venían a verme todo el tiempo y mis padres estaban allí cada día", dice. "Estaban ahí para recordarme que lo tenía que intentar. Así que lo hice. "En ocasiones preguntaba a mi novio si estaría bien si comía y él me decía que era lo que debía hacer".
Inglis sufrió anorexia durante diez años, pero quiere transmitir al resto del mundo que es posible salir de esa enfermedad.
Cuenta que todavía tiene pensamientos como los que solía tener antes, pero dice que es lo suficientemente fuerte como para resistir y anima a todo el mundo a pensar así.
La joven sube fotografías agarrándose la tripa o vídeos en los que mueve su cuerpo para hacer ver que no hay que tener complejos.