CON UN 'CERTIFICADO MENSTRUAL'

Italia estudia dar tres días libres y pagados al mes a las mujeres con dolores menstruales

El Parlamento italiano debate la posibilidad de permitir que las mujeres con dismenorrea puedan tener tres días de descanso pagados. Para beneficiarse de esto, es necesario presentar una 'licencia menstrual' en la que un médico certifique que la mujer en cuestión padece dolores menstruales.

ondacero.es

Madrid | 29.03.2017 10:32

Menstruación
Menstruación | iStock

Las mujeres en edad fértil se enfrentan cada mes al ciclo menstrual, que en algunos casos es visto como un fenómeno natural que no afecta a su vida. Sin embargo, aquellas que sufren dismenorrea pueden notar molestos dolores durante su menstruación, algo que no se tiene en cuenta en la mayoría de empresas, ya que las mujeres continúan yendo a su puesto de trabajo pese a estar indispuesta.

Sin embargo, esto es algo que podría cambiar en Italia, ya que el Parlamento debate la posibilidad de ofrecer tres días de vacaciones pagadas al mes para aquellas trabajadoras que sufran dolores menstruales, un proyecto de Ley presentado por la diputada del Partido Demócrata Romina Mura.

Para beneficiarse de esta baja de tres días, no es suficiente con estar en edad fértil y con ser mujer, sino que se reservará para aquellas mujeres que sufren dismenorrea o tienen un ciclo doloroso, acreditado por un médico.

Se trataría de utilizar una 'licencia menstrual' en la que un médico certifique que la mujer en cuestión sufre dolores durante su periodo. Algo que ya es una realidad desde hace mucho tiempo en Oriente, donde existe la creencia de que la falta de descanso durante el ciclo provoca más problema, según recoge el medio italiano Il Messaggero.

Sin embargo esta medida ha levantado polémica y críticas desde algunos sectores que consideran que se trata de discriminación positiva que podría tener un efecto rebote que haga que la demanda de puestos de mujeres disminuya y que las empleadas que disfruten de ella puedan ser penalizadas laboralmente.

Esta licencia menstrual es una realidad en Japón desde 1947, donde consideran que es esencial para la protección de la mujer y de sus posibles descendientes. Países como Indonesia, Corea del Sur o Taiwán también han aplicado esta medida, que se ha incluido además en el código de conducta de la multinacional Nike.