EN EL ESTADO DE MINESOTA

La Policía estadounidense mata a una australiana después de que ella llamara para pedir ayuda

Tanto las cámaras que llevaban los agentes en el uniforme como la del coche patrulla estaban apagadas, un dato que perturba a las autoridades que ya están investigando qué pudo pasar. Su familia pide justicia.

Madrid | 18.07.2017 08:19

Las autoridades policiales del estado de Minesota (Estados Unidos) investigan la muerte de una ciudadana australiana el pasado sábado por la noche a manos de un agente de policía de Minneapolis que no llevaba activada la cámara de seguridad corporal obligatoria. Según un comunicado de la Oficina de Aprehensión Criminal del Departamento de Seguridad Pública de Minesota (BCA, por sus siglas en inglés), dos agentes acudieron al lugar de los hechos por la noche en respuesta a una llamada de emergencia, y uno de ellos abrió fuego contra la mujer y la mató por razones que aún se desconocen.

Sin embargo, y aunque es obligatorio en la ciudad, la policía no llevaban encendidas las cámaras corporales y no existe prueba grabada del incidente. La alcaldesa de Mineápolis, Betsy Hodges, aseguró este domingo en rueda de prensa que se trataba de un incidente "trágico" y mostró su sorpresa sobre por qué las cámaras corporales de los oficiales no estaban encendidas. "Todos queremos saber más, quiero saber más. Hago un llamamiento al BCA para que comparta tanta información como puedan lo más rápido posible", añadió.

El Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio de Australia está proporcionando asistencia consular a la familia de la mujer, que, a su vez, y por medio de un comunicado, pidió respeto y privacidad. La mujer ha sido identificada por sus familiares y amigos como Justine Damond, de 40 años, apellidada Ruszczyk de soltera.

Era profesora de yoga y meditación y se iba a casar en un mes con su prometido, Don Damond. Este es el segundo caso controvertido en el que se ha visto envuelta la policía de Minesota, ya que en 2016 un agente disparó y mató a Philando Castilla, un ciudadano negro que fue parado en su coche, mientras su pareja lo retransmitía en directo por una red social, y eleva el debate sobre el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía en Estados Unidos.