"Sigo confiando en que Bélgica demostrará que es un campeón en la construcción de consensos y en que seremos capaces de concluir este acuerdo pronto", ha dicho Tusk en la sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia), en el marco de un debate sobre el Consejo europeo de la pasada semana.
La cumbre bilateral entre la UE y Canadá, prevista para este jueves en Bruselas, sigue en el aire por el veto de la región belga de Valonia al tratado comercial, lo que impide ratificar el CETA a tiempo para la cita en la que se esperaba escenificar su rúbrica.
Tusk y Juncker han coincidido en sus intervenciones en la importancia de lograr una solución a este bloqueo y han advertido del daño para la credibilidad de la política común comercial si los Veintiocho no logran cerrar un acuerdo con "el país más europeo fuera de Europa", en palabras del presidente del Consejo.
Las conversaciones entre las partes "siguen en marcha", pero "al final del día sólo Bélgica podrá decidir" cuál es su posición, ha considerado Tusk, quien ha elogiado la "determinación y compromiso" valón y la "cooperación y perseverancia" canadiense.
En efecto, el Gobierno federal y las autoridades regionales belgas mantienen las negociaciones y se han producido "avances", según ha revelado el viceprimer ministro y responsable de Asuntos Exteriores, Didier Reynders, quien ha asegurado que quedan uno o dos asuntos por resolver, "no más", a su llegada a las negociaciones.
En el mismo marco, el presidente de Valonia, el socialista Paul Magnette, ha indicado a la cadena RTBF que hay "nuevas propuestas" de la Comisión Europea para completar el tratado que están "encaminadas" a atender las reservas de la región.
Mientras, en la Eurocámara, Juncker se ha sumado a la esperanza de lograr un acuerdo favorable para el CETA, aunque ha dudado de la "fecha de la firma", en alusión a la petición del Gobierno valón de más tiempo para negociar mejoras en el tratado comercial.
Además, se ha referido a la necesidad de que la Unión Europea refuerce sus instrumentos de defensa comercial, porque el bloque apoya el libre comercio, pero también "un intercambio justo".
En este sentido se ha referido a los instrumentos que emplean otros países como Estados Unidos contra la competencia desleal de países terceros y ha pedido a los líderes de la UE a consensuar medidas para defender la industria europeo, pese a que por el momento "no todos piensen igual" sobre el modo de hacerlo.
"Hay dos escuelas de pensamiento (en el Consejo). Yo deseo que tome una decisión por mayoría cualificada para defender la industria europea, no sólo del acero, sino de toda la industria europea", ha zanjado.
Según ha resumido Tusk sobre lo discutido a Veintiocho por los líderes en su última cumbre, la Unión Europea debe avanzar en el refuerzo de sus instrumentos, con una clara "línea roja" que distinga "la protección del proteccionismo".