La ONG Human Rights Watch ha hecho público un informe sobre la situación de los centros de retención para migrantes en Estados Unidos en los que denuncian graves abusos, torturas y vejaciones: no solo advierten del hacinamiento de los presos -que viven en condiciones inhumanas en las cárceles de Florida-, sino que lamentan que tengan que soportar episodios de frío y calor extremo, que se les niegue repetidamente la atención sanitaria, que sean golpeados e incluso obligados a comer con las manos esposadas en la espalda como si fueran animales. Una situación que lleva a muchos de ellos, según HRW, a pedir la “autodeportación”.
En el punto de mira de HRW está Alligator Alcatraz
Human Rights Watch pone el foco en los centros de Florida, el estado que ha registrado más muertos bajo custodia policial en lo que va de año, con al menos cinco fallecidos, y donde el presidente Donald Trump acaba de inaugurar Alligator Alcatraz: su prisión estrella rodeada de caimanes en los Everglades y muy criticada por los vecinos. “Vivo a 4 millas de distancia de lo que está ocurriendo en Alligator Alcatraz. Creo que es muy importante que nuestra voz se escuche”, asegura una vecina de los Everglades. “Los campos de concentración están mal. Es un grave error encarcelar a las personas sin darles el debido proceso”, añade Richard (norteamericano de origen colombiano).
En un centenar de páginas la ONG denuncia la ausencia total de derechos humanos en el Centro de detención Federal de Miami, también en Centro de Broward y en el Centro de Procesamiento de Krome (todos en Florida). En este último el número de presos se ha triplicado en apenas unos meses, llegando a superar hasta tres veces su capacidad.
