Ante el aumento de la preocupación por una posible interferencia extranjera en los resultados electorales, como ya ocurrió en Estados Unidos con el Partido Demócrata, se evitará en lo posible el uso de los ordenadores, indicó.
En una misiva enviada al Parlamento, el ministro holandés del Interior, Ronald Plasterk, argumentó que las "crecientes advertencias" hacen necesaria la adopción de estas medidas.
"No puedo descartar que los actores estatales (extranjeros) puedan intentar influir en las decisiones políticas y la opinión pública" de Holanda, señaló.
Según Plasterk, el sistema que se utiliza actualmente en los colegios electorales es "vulnerable" a los piratas informáticos.
Eso, añadió, "plantea preguntas sobre si las próximas elecciones podrían ser manipuladas" por países como Rusia o China, cuyos informáticos están en el foco de atención de los servicios de inteligencia holandeses.
Esta técnica, aunque más segura para evitar a los piratas, hará que los resultados se conozcan con lentitud.
En declaraciones a la prensa holandesa, Plasterk afirmó que, ante "los indicios de que Rusia puede estar interesada" en influir en los comicios, habrá que "recurrir al viejo lápiz y papel" para evitar "cualquier sombra de duda".
El ministro ya había advertido con anterioridad de que la agencia de inteligencia estadounidense había alertado a Holanda de la posible manipulación extranjera de los resultados electorales.
Los comicios que se celebrarán en Holanda en marzo son los primeros de este año en Europa, que medirán el nivel de populismo y euroescepticismo en la zona.
El líder del Partido de la Libertad (PVV), el ultraderechista Geert Wilders, encabeza las encuestas de intención de voto, aunque dada la naturaleza del sistema político holandés es difícil que logre gobernar porque necesitará formar coalición.