En las elecciones legislativas y regionales celebradas el 25 de mayo de 2025 en Venezuela, el oficialismo, liderado por el presidente Nicolás Maduro, consolidó su dominio político al obtener una victoria abrumadora. El Gran Polo Patriótico, coalición oficialista, logró el 82,68% de los votos en las elecciones legislativas, según el Consejo Nacional Electoral, con el 93% de las mesas escrutadas. Además, el chavismo ganó en 23 de las 24 gobernaciones del país, incluyendo estados previamente controlados por la oposición como Zulia, Barinas y Nueva Esparta.
Boicot de la oposición
La participación electoral fue baja, alcanzando solo el 42,6% del padrón electoral, compuesto por 21,4 millones de ciudadanos. Esta abstención se atribuye en gran parte al llamado al boicot por parte de la mayoría de la oposición, que considera las elecciones ilegítimas.
La oposición venezolana, fragmentada y debilitada, obtuvo resultados modestos. La Alianza Democrática consiguió un 6,25% de los votos, seguida por la Unión y Cambio de Henrique Capriles con un 5,18%, y Fuerza Vecinal con un 2,57%. La líder opositora María Corina Machado, quien promovió la abstención, afirmó que más del 85% de los venezolanos "desobedecimos a este régimen", considerando el proceso electoral como un "plebiscito contra la tiranía".
Guayana Esequiba
El gobierno venezolano también celebró elecciones en la región de Guayana Esequiba, un territorio en disputa con Guyana, y que de momento, no controla. Esta acción fue condenada por la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos y Guyana, que la consideran una violación del derecho internacional y una provocación en medio de un proceso legal en curso ante la Corte Internacional de Justicia.
Es decir, El chavismo elevó su poder territorial en Venezuela tras las elecciones celebradas este domingo, al sumar tres regiones a su dominio, además de la Guayana Esequiba, el territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados en disputa con Guyana y que Caracas considera su estado número 24.
El presidente Maduro celebró los resultados como una reafirmación del poder del chavismo, destacando su vigencia a pesar de las sanciones y la oposición internacional. Sin embargo, la oposición y varios países continúan cuestionando la legitimidad del proceso electoral y del gobierno de Maduro.
La situación política en el país sigue siendo tensa, con una oposición debilitada que se niega a votar en unas elecciones que considera ilegítimas.
