"Las mujeres son fuente de vida. Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre. Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer", dijo. "La salvación para la Humanidad vino del cuerpo de una mujer: de cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad", añadió, en una homilía centrada en la figura femenina, pues precisamente el 1 de enero la Iglesia conmemora la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios.
En esta misa celebrada en la basílica de San Pedro del Vaticano, el pontífice argentino lamentó que a menudo "el cuerpo de la mujer se sacrifica en los altares profanos de la publicidad, del lucro, de la pornografía" y es "explotado como un terreno para utilizar". Frente a estos comportamientos, defendió que el cuerpo femenino sea "liberado del consumismo, respetado y honrado" porque "es la carne más noble del mundo, pues concibió y dio a luz al amor" que salvó a los hombres.