Los planes del Gobierno británico pasan por formar a 1.500 doctores nacidos en este país cada año a partir de septiembre de 2018 y aumentar el número de plazas disponibles para estudiar medicina en un 25%, el mayor incremento anual en la historia.
"Por supuesto, pasarán varios años hasta que estén cualificados, pero para el final de la próxima legislatura, haremos que el sistema sanitario sea autosuficiente", ha afirmado Hunt.
El Brexit comienza a mostrar su rostro menos amable para los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido y que suponen, entre otras cosas, uno de los motores de la atención sanitaria en este país.
Hunt, que ha agradecido la profesionalidad y dedicación, ha argumentado si es "correcto seguir importando doctores de países más pobres que lo necesitan mientras le damos la espalda a estudiantes desesperados por hacer medicina".
La ministra del Interior, Amber Rudd, ha anunciado también medidas para reforzar las fronteras y requisitos más estrictos para la contratación de ciudadanos extranjeros para reducir drásticamente la inmigración.