El Departamento de Estado de EEUU expresó su preocupación mediante un comunicado, subrayando que las acciones españolas "envalentonan a los terroristas de Hamás" y podrían afectar las operaciones estadounidenses en la región. La advertencia se produjo el mismo día en que se anunció la prohibición de escala de barcos con combustible para el ejército israelí en puertos españoles y el veto a vuelos estatales con armamento, coincidiendo además con un atentado en Jerusalén en el que murió un ciudadano español.
Contexto de las medidas españolas
El Ejecutivo aprobó el pasado lunes un paquete de nueve medidas orientadas a presionar al gobierno israelí por la situación en Gaza. Entre ellas destacan el embargo de armas a Israel, la prohibición de tránsito para buques y aviones militares, el veto a la entrada de ciertos ministros israelíes vinculados a la represión en Gaza y la suspensión de la importación de productos de los asentamientos ilegales.
Además, se refuerza la asistencia humanitaria a Palestina y se incrementa el apoyo político a la Autoridad Nacional Palestina.
Reacciones de Israel y otras partes
El ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, calificó la posición española de "hostil, desenfrenada y llena de odio", acusando al gobierno de Sánchez de buscar distraer la atención sobre casos de corrupción interna y de "alianza con Hamás". Por otro lado, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ratificó la necesidad de acciones contundentes y tildó al gobierno israelí de "genocida", exigiendo la ruptura total de relaciones comerciales y diplomáticas.
España defiende su respuesta como un compromiso con los derechos humanos y la legalidad internacional.
Implicaciones y futuro diplomático
La escalada está profundizando la crisis entre España, Israel y ahora Estados Unidos, poniendo en cuestión la cooperación militar y la posición española en el seno de la OTAN. España sostiene que mantendrá su presión y apoyo humanitario, reiterando la condena a Hamás y la exigencia de cese de hostilidades en la franja de Gaza.

