La ministra británica de transporte, Louise Haigh, dimitió este viernes del Gobierno laborista de Keir Starmer tras conocerse que en 2014 admitió un delito de falso testimonio a la Policía por decir en 2013 que le habían robado el móvil en un atraco, cuando después lo encontró.
La ministra dijo en una carta a Starmer que, pese a que lo ocurrido fue "un error" que se resolvió con la mínima pena, no quiere que suponga una distracción en la labor del Ejecutivo.
Haigh aseguró que sigue comprometida con el proyecto laborista y lo apoyará como diputada en la Cámara de los Comunes.