"La campaña de sanciones de Estados Unidos podrá funcionar en otros países, pero nunca con la República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte (RPDC)", aseguró un portavoz del Ministerio norcoreano de Exteriores en declaraciones recogidas por la agencia estatal de aquel país, KCNA.
EEUU "proclamando sobre la guerra y amenazando con imponer sanciones extremas en la RPDC solo aumentan nuestra vigilancia y resistencia y justifican todavía más el acceso a armas nucleares", sentenció el funcionario de la Cancillería.
El 2 de agosto, el presidente estadounidense, Donald Trump, ratificó un paquete de nuevas sanciones que permiten castigar con mayor facilidad a entidades o individuos que comercien con crudo y sus derivados, carbón o tierras raras con Corea del Norte e incluso a aquellos que empleen mano de obra norcoreana en el Exterior.
Pyongyang rechazó y condenó "enérgicamente" la nueva normativa -que castiga también a Irán y Rusia- y afirmó que la conducta de Washington es "delictiva" al intentar aplicar "su ley federal a las relaciones internacionales, lo que constituye un desafío directo a la Carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional".
EEUU adoptó las nuevas sanciones después de que Corea del Norte lanzara la noche del 28 de julio su segundo misil intercontinental, como parte de sus ensayos para pulir su tecnología balística y lograr alcanzar territorio estadounidense.
El lanzamiento fue "una serie advertencia a EEUU que se está volviendo temerario y frenético", dijo la Cancillería, que considera que los países que respetan el régimen de sanciones "en lugar de criticarlo", son los que alimentan la tensión en la península coreana.
"Estados Unidos haría bien en debatir maneras para garantizar la seguridad de su hogar, en lugar de perder su energía en su inútil iniciativa de sanciones", concluyó el portavoz de Exteriores.