El menor de 15 años que atentó contra el senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe ha sido condenado a cumplir siete años de reclusión. El victimario ha reconocido durante el proceso judicial que fue el encargado de los disparos que, a posteriori, le costaron la vida al político.
La instrucción la ha llevado el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), un régimen especial que se encarga de gestionar los casos en los que están implicados menores y que prevé condenas más laxas. "El menor de edad deberá permanecer siete años privado de libertad en un centro de atención especializada", ha expresado la Fiscalía.
El ministerio público ha detallado durante el juicio que el chico fue "contactado y convencido" para ser el brazo ejecutor del ataque, es decir, fue contratado como sicario por un grupo de personas que le citaron y le dieron una pistola Glock de 9 milímetros, el arma del homicidio.
El representante legal de los allegados Uribe, Víctor Mosquera, ha manifestado en redes sociales que la familia ha acogido de buen grado la sentencia, de la que ha resaltado que es "una de las sanciones más altas" que recoge la Ley de Infancia y Adolescencia. No obstante, duda que esta sanción vaya a tener ningún efecto en el menor: "Respetamos la decisión, pero esa sanción nunca se equipara con la vida que arrebató ni con el dolor causado. Esta ley incentiva que el crimen use menores sin castigo real y efectivo".
Los hechos tuvieron lugar el pasado 7 de junio, cuando el candidato de Centro Democrático se encontraba dando un discurso en la localidad de Fontibón en un acto preelectoral. Cuando se encontraba en plena articulación de su discurso, el condenado eludió a los policías y guardaespaldas, sacó el arma y disparó a bocajarro contra el candidato en la cabeza, cuello y pierna. Rápidamente, fue trasladado al hospital, pero dos meses después acabaría falleciendo a causa de las heridas. El menor fue detenido en el mismo lugar de los hechos.

