Esa es la principal conclusión de un informe de 80 páginas sobre el uso que daba Clinton a su correo electrónico privado cuando era secretaria de Estado, en el que al parecer recibió información confidencial.
El inspector general del Departamento de Estado aseguró que los problemas han sido "sistémicos" y "se extienden más allá del mandato de un secretario de Estado".
No obstante, el informe es especialmente crítico con Clinton por no haber guardado copias y registros para el Gobierno Federal, al que por ley pertenecen esas comunicaciones oficiales.
"Como mínimo, la secretaria Clinton debería haber entregado todos sus correos electrónicos relacionados con asuntos del Departamento antes de dejar de servir al Gobierno. Al no haberlo hecho no cumplió con las normas", resume el informe, filtrado a los diarios Politico y The Washington Post.
El informe también señala que Clinton y sus más inmediatos asesores no colaboraron con la investigación.
Clinton ha asegurado que el uso de un servidor privado para sus comunicaciones electrónicas cuando era secretaria de Estado estaba motivado porque era más práctico y sencillo que utilizar la dirección del Departamento de Estado.
La actual aspirante a la Presidencia por el Partido Demócrata ha reiterado que no quería evadir el control federal de sus comunicaciones y que ha enviado 30.000 copias de sus correos electrónicos al Departamento de Estado, aunque no todos quedaron registrados.
Además, hasta 2.000 mensajes en sus servidor privado estaban marcados como clasificados, lo que apunta que esas comunicaciones pudieron ser vulnerables a ataques de piratas informáticos.
El uso de los correos electrónicos de la exsecretaria de Estado también es siendo investigado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que podría llamarla a declarar.
El informe interno del Departamento de Estado conocido hoy será enviado al Congreso para determinar qué acciones son necesarias para depurar responsabilidades y evitar que se repitan estas prácticas.