UNIÓN EUROPEA

Cien días de Von der Leyen, tres novedades: del "colegio de seguridad" a la política de retorno de migrantes

Ursula von der Leyen ha repasado su mandato en estos pocos más de dos meses, en una comparecencia en la que ha avanzado tres novedades.

El plan de rearme de la UE ante un futuro incierto: "No es descartable ver un ejército europeo sobre Ucrania"

Jacobo de Regoyos

Madrid |

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. | EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS

Con motivo de los primeros 100 días de su segundo mandato, la presidenta de la CE ha repasado todo lo que ha hecho en estos pocos más de dos meses con minuciosidad -sus proyectos para mejorar la competitividad europea, su flamante plan para dotar a la UE en los próximos 10 años cos con 800.000 millones de euros…- pero a los periodistas nos interesan más las noticias, y como el componente esencial de cualquier noticia es la novedad, estas son las tres cosas que podemos destacar desde el punto informativo de su comparecencia.

Colegio de seguridad

La primera novedad es que Ursula von der Leyen está creando lo que ha llamado un “Colegio de Seguridad”, que no es otra cosa que reuniones de comisarios europeos para evaluar la situación de seguridad externa e interna en la Unión Europea y estar así al tanto de posibles amenazas gracias también a información que espera que sea suministrada por los servicios de seguridad nacionales. Lo que confirma que la naturaleza civil de esta UE está mutando hacia algo más militar, de acuerdo con los tiempos.

“Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias y esto también aplica a la Comisión. Para lidiar con el difícil camino por delante tenemos que cambiar hacia una mentalidad de preparación. Por ello en las próximas semanas convocaré el primer Colegio de Seguridad”, dice la presidenta de la Comisión. La frecuencia de estos encuentros dependerá, dice, de la urgencia de las situaciones.

Mutualizar la financiación en seguridad

La segunda novedad es la confirmación de que, aunque no estaban recogidos como tal en lo que se aprobó el jueves pasado en la Cumbre de Bruselas, los eurobonos para financiar la defensa no están tampoco descartados. “No excluyo subsidios para la defensa de la UE” ha dicho exactamente respondiendo a una pregunta sobre si la Comisión está dispuesta a explorar la hipótesis de subvenciones en lugar de préstamos. "Nada está fuera de la mesa. Estoy abierta a lo que sea necesario", "pero ahora la prioridad es materializar las propuestas del plan ReArm, que ya es suficiente, podemos explorar ideas de los estados miembros más adelante".

De esta forma responde al presidente del Gobierno español, que había enviado una carta proponiendo un “metido genuinamente europeo de financiar la defensa”. Este tipo de financiación es ya un clásico en las discusiones de dinero en Bruselas: lo normal es que se nieguen países como Francia y Alemania, que sin embargo durante la pandemia si aceptaron una suerte deuda común por primera vez con el Plan de Recuperación. Un hito histórico al que se agarra Pedro Sánchez con la esperanza de repetirlo.

De hecho, en la rueda de prensa de la Cumbre de la semana pasada, preguntado por esta cuestión, el presidente del Gobierno aceptó que efectivamente no se mencionaron los eurobonos en las conclusiones para añadir enseguida que durante las discusiones de la pandemia al principio era lo mismo, pero que al final se consiguió que hubiese una forma de mutualización de la deuda.

Política de retornos unificada

La tercera novedad que ha avanzado la presidenta de la CE en el turno de preguntas es su intención de proponer esta semana un plan para unificar con criterios comunes la política de retorno de los inmigrantes que no reúnan los requisitos para quedarse en la UE. La inmigración siempre es un asunto sensible en la UE, y la propuesta de von der Leyen va forzosamente a dejar a unos más contentos que a otros.

Según la responsable del ejecutivo comunitario, lo que ha cambiado en estos cien días con respecto a su primer mandato es el "nuevo sentimiento de urgencia", "algo fundamental ha cambiado": "Nuestros valores europeos - democracia, libertad y Estado de derecho- están bajo amenaza". "La soberanía y los compromisos blindados se están poniendo en cuestión. Todo es más transaccional, así que el ritmo del cambio se ha acelerado".