El Gobierno chino ha ordenado a sus aerolíneas que no acepten más aviones fabricados por Boeing en respuesta a la imposición arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump, que ya ha alcanzado el 145% a los productos chinos. No es lo único que deberán rechazar, puesto que el Ejecutivo también ha instado a las aerolíneas a paralizar la compra de todo tipo de equipamientos que procedan de marcas estadounidenses.
Este nuevo dictamen se une a la subida de 41 puntos a los aranceles marcados a productos estadounidenses que se han fijado en el 125% y que entraron en vigor el pasado sábado. Asimismo, y como medida compensatoria, el país asiático está estudiando formas de ayudar a las aerolíneas que alquilan aviones a Boeing y se enfrentan a costes más elevados.
En los primeros meses de 2025, la empresa estadounidense ha hecho entrega de 18 aviones a aerolíneas chinas, la mayoría del modelo 737 MAX, principalmente, a China Southern Airlines. Por otra parte, cerca de 10 nuevos aviones del mismo modelo se están preparando para engrosar las flotas de las aerolíneas China Southern Airlines, Air China y Xiamen Airlines, tal y como recoge el portal web Aviation Flights Group.
Se prevé que el país asiático represente el 20% de la demanda mundial de aviones en las próximas dos décadas, mientras que, en 2018, casi una cuarta parte de la de la producción de Boeing fue a parar allí. Aún, la firma estadounidense no ha anunciado un pedido importante en China en los últimos años debido a las tensiones comerciales, tensiones comerciales y problemas autoinfligidos.
En definitiva, este anuncio de China supone un duro revés para el fabricante norteamericano, que había iniciado con 'buen pie' este 2025, superando en enero y febrero a Airbus en cuanto a entrega de aeronaves. En el primer trimestre, completó 130 envíos, 47 más en comparación al mismo periodo del año anterior.