Estados Unidos ha bombardeado en la madrugada de este domingo las instalaciones nucleares iraníes de Isfahán, Natanz y Fordo entrando así de lleno en la guerra en Oriente Medio. "Hemos completado con gran éxito nuestro ataque", ha anunciado en Truth Social el presidente Donald Trump.
Según han informado medios estadounidenses, el Ejército ha utilizado "entre cinco y seis bombas antibúnker" en su ataque, que han sido lanzadas desde bombarderos B-2. "Inicialmente se especuló que solo se necesitarían dos (bombas antibúnker). Resulta que usaron de cinco a seis", ha explicado el presentador de Fox News, Sean Hannity.
Las instalaciones de Natanz y Isfahán "fueron destruidas con 30 misiles Tomahawk lanzados por submarinos estadounidenses a unos 640 kilómetros de distancia" ha explicado Hannity.
Estados Unidos también bombardeó la instalación de Fordo, de gran valor dentro del programa nuclear iraní que Washington pretende destruir. Esta es la principal fortificación iraní en el programa de enriquecimiento de uranio y ha sido completamente destruida tras el ataque de esta madrugada. "Fordo ha desaparecido", se puede leer en un mensaje de un usuario en redes sociales republicado por Trump.
El hecho de que Estados Unidos usara seis bombas antibúnker de gran tonelaje implicaría que sobrevoló Irán con tres bombarderos de última generación B-2, que según el mismo Trump al momento de su anuncio ya estaban fuera del espacio aéreo iraní.
No se detecta radiación fuera de las instalaciones
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha anunciado en las últimas horas que no se ha registrado, por el momento, ningún aumento en los niveles de radiación fuera de las tres instalaciones nucleares atacadas por Estados Unidos en suelo iraní esta madrugada.
También el Centro de Seguridad Nuclear de Irán ha asegurado que "no se han registrado indicios de contaminación en los lugares atacados".