El jefe del Gobierno ha afirmado que Nepal necesita tiendas para las víctimas y que "la gente está durmiendo a la intemperie bajo la lluvia". En una entrevista a Reuters ha lamentado que numerosas casas se hayan venido abajo o que podrían no resistir una nueva réplica.
Las autoridades nepalíes han elevado este martes la cifra oficial de fallecidos a más de 4.300 personas, mientras que los heridos ascenderían a más de 8.500.