Estos informes, que resumen la situación del ébola en las provincias de Kivu Norte e Ituri, están actualizados hasta el 5 de agosto e indican que se han producido otros 27 fallecimientos sospechosos de ser por ébola, aunque no se han confirmado.
Asimismo, las autoridades han detectado 16 casos confirmados de contagio y 31 sospechosos.
El Ministerio informó de que se ha establecido en la ciudad de Beni, en Kivu Norte, una cadena de frío que permitirá conservar unas vacunas cuya aplicación comenzará antes de que termine esta semana.
En colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las autoridades congoleñas desplegarán doce equipos de vacunación, que seguirán la misma estrategia del último brote de ébola, basada en aplicar las vacunas al personal sanitario, a quienes han estado en contacto con casos confirmados y también a quienes hayan estado en contacto con estos últimos.
Hasta ahora se han registrado 966 contactos en las zonas supervisadas.
Este brote de ébola se declaró el pasado 1 de agosto, tan solo ocho días después de que el ministro de Sanidad, Oly Ilunga, proclamase el fin de otro en la provincia de Ecuador (noroeste).
La OMS asegura que tiene 3.000 dosis de la vacuna experimental rVSV-ZEBOV en Kinshasa, de las que sobraron de la respuesta al brote en la provincia de Ecuador, y que podría movilizar rápidamente 300.000 si se confirma que este brote es de la cepa Zaire, que es la que combate esta vacuna, y el Gobierno lo autoriza.
La vacuna fue una de las claves de éxito para la rápida respuesta al brote de la provincia de Ecuador, declarado el pasado 8 de mayo y en el que se contabilizaron 54 casos totales (38 confirmados y otros 16 probables), de los cuales 33 pacientes fallecieron (17 confirmados) y 21 sobrevivieron.
La enfermedad se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y alcanza una tasa de mortalidad del 90%.