Los familiares habían pagado ya el rescate

Asesinan al sobrino político de Carolina Herrera en Caracas tras haberlo secuestrado

El empresario venezolano y sobrino de la diseñadora Carolina Herrera, Reinaldo Herrera, de 34 años, fue hallado muerto junto a un colega en una carretera que conecta a Caracas con la ciudad de La Guaira (litoral), después de un presunto secuestro, informó hoy el Ministerio Público de Venezuela.

ondacero.es

Madrid |

Asesinan al sobrino político de Carolina Herrera en Caracas tras un secuestro | EFE

"Ambas víctimas fueron localizadas la noche de este jueves 11 de mayo en el interior de un vehículo en las adyacencias de la carretera Caracas-La Guaira, sector El Topo, parroquia Sucre del municipio Libertador", indicó la Fiscalía en un comunicado.

Herrera fue encontrado muerto junto otro empresario y arquitecto, identificado como Fabrizio Mendoza, de 31 años. La Fiscalía presume que ambos habían sido secuestrados antes.

De acuerdo con la información preliminar, aproximadamente a las 19.00 del jueves vecinos de una barriada del municipio Libertador de Caracas anunciaron a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana "el hallazgo de dos cadáveres dentro de una camioneta marca Toyota, modelo Hilux, color blanco".

Medios locales aseguran que los hombres fueron secuestrados la noche del jueves en un restaurante del este de la capital venezolana.

El diario venezolano "2001" en su edición digital asegura además que los hombres fueron asesinados pese a que sus familiares pagaron mucho de dinero -no precisado- exigido como rescate.

La prensa local indica que Herrera es hijo de Luis Felipe Herrera Guevara, hermano de Reinaldo Herrera, esposo de la conocida diseñadora venezolana radicada hace varios años en Nueva York.

Venezuela tiene una de las tasas de homicidio más altas de la región, con un registro de 70 homicidios por cada 100.000 habitantes durante 2016, lo que representa también la cifra más alta de la historia del país.

El Gobierno venezolano ha implementado varios planes y operativos de seguridad para combatir la criminalidad y otro para el desarme de la población, aunque no se conocen hasta el momento resultados efectivos sobre los índices de violencia.