Los chicos a una clase y las chicas a otra. La idea que en principio puede resultar chocante en un mundo que avanza hacia la igualdad y la inclusión resulta que esta dando resultados increíbles. Tanto ellos como ellas están encantados, dicen que se concentran más, se atreven a participar más en clase, aprenden mucho mejor, "se supone que lo normal es que estemos juntos, chicos y chicas eso es lo que tendremos cuando trabajemos, pero lo cierto es que nos concentramos mas", confiesan.
Lo que demuestra este experimento, dicen sus responsables es que los chicos y las chicas aprenden a diferente ritmo y eso se esta notando en los resultados que están mejorando en ambos sexos. Aun así, ellas y ellos coinciden en que la separación solo debe darse en alguna asignatura y no de forma permanente.