Tomates que saben a huerta, brasas que huelen a gloria y sangrías que entran como un abrazo frío. Así arranca el verano con la nueva edición de Soletes Guía Repsol, donde la guía naranja distingue a esos rincones que hacen que un día de vacaciones valga la pena. Esta vez, más de 260 establecimientos, ya esté ubicados en playas, montañas o ciudades, se suman al mapa del sabor al aire libre.

"Los Soletes se han convertido en un top del verano", apunta María Ritter, directora de Guía Repsol, sobre una oleada de chiringuitos con vistas de postal, terrazas escondidas entre pinares y patios que son verdaderos respiros urbanos.
Ya sea frente al mar o bajo la sombra de un árbol, estos Soletes de Verano invitan a alargar desayunos, comidas y cenas estivales durante horas. Desde El Bartolo en San Fernando, icono gaditano desde los años 30, hasta Cabo Busto en Luarca, que regala caminatas entre acantilados y dulces legendarios, el techado de paja de El Sombrerico en Águilas (Murcia) o el bucólico Isabella Beach Club de Menorca, donde el atardecer es parte del menú.

Sin embargo, el interior peninsular también se llena de establecimientos idílicos para disfrutar de los Soletes desde las bordas pirenaicas de Huesca hasta oasis extremeños, como Las Quinientas o Mesón los Naranjos, la guía demuestra que el calor no está reñido con la frescura.
En Madrid, Barcelona, Lugo o Cantabria, los Soletes también viven en patios, jardines y antiguos viveros convertidos en restaurantes. Lugares con historia, como la Taberna Galiana, donde un limonero plantado por el escritor Álvaro Cunqueiro da sombra al menú del día, o propuestas más contemporáneas como Garden Pizza, en Sant Cugat, donde el verde lo inunda todo.

Una forma de descubrir esos oasis de la buena mesa asequible en España, en la que destacan desde Guía Repsol su facilidad de acceso desde la app, en la que encontrar no solo estos establecimientos, sino también los de las once ediciones anteriores.