Queda poco más de una semana para que dé comienzo de manera oficial la Navidad, época de reuniones familiares y grandes comilonas en las que pueden llegar a juntarse decenas de personas. Lo que debería ser un momento de gran felicidad, puede convertirse en un auténtico estrés debido a la preparación de la cena de Nochebuena.
Muchas familias en las que se juntan varias personas optan por llevar cada una un plato diferente, diversificando así la elaboración de la comida y no cargando con su preparación, por ejemplo, al que decide prestar su casa para la cena.
Sin embargo, otros optan por preparar la comida en distintas tandas para no pegarse la paliza el mismo día de la cena. La clave es realizarlo el día de antes o, incluso, con varios días de antelación y congelarlo, para que cuando llegue el día 24 sólo haya que sacarlo del congelador y calentarlo. Es una forma de ahorrar dinero (en algunos casos) y, sobre todo, tiempo.
Qué alimentos se pueden congelar o preparar con antelación
Mariscos
Debido al alto precio que alcanza en épocas navideñas, muchos optan por comprarlos con días o semanas de antelación y congelarlo.
Carnes
Al igual que se hace con regularidad en otras épocas del año, también se puede comprar con antelación la carne y congelarla, sólo habrá que sacarla el mismo día de la cena y elaborarla.
Si ya es un plato preparado, es importante que esta no sea carne de ave, ya que se puede resecar más durante el proceso de congelación. Lo que sí aguanta mejor el proceso son las carnes grasas, los estofados o los guisos, por lo que si la opción de la familia es cenar alguno de estos platos, puede prepararlo con antelación y congelarlo.
Si aún así se quiere congelar una carne de ave, se recomienda que se congele cruda y rellena para que lo único que haya que hacer al sacarla, sea calentar en el horno y disfrutar.
Pescados
Siempre que sea crudo, se puede congelar con mucho tiempo de antelación. Una vez ya cocinado, es más complicado, por eso si se quiere preparar el plato con antelación y este es pescado, se recomienda que se haga o el mismo día o el día de antes.
Hacerlo el día de antes puede resultar también ventajoso ya que si lleva incorporada alguna salsa, dejarlo reposar un día hace que coja mejor el sabor.
Salsas, cremas y caldos
Las mayoría de salsas sí se pueden congelar, aunque habrá algunas con las que habrá que tener especial cuidado por los ingredientes que tengan. Por ejemplo, una boloñesa, un pisto, una vinagreta, etc, se pueden preparar con días de antelación y guardar en el congelador.
Sin embargo, se desaconseja hacerlo con la mayonesa o salsas que tengan algún ingrediente delicado, como el foie. La bechamel, por ejemplo, sí podría ser una opción para congelar, aunque hay que tener en cuenta que al descongelarla puede perder textura.
En el caso de las cremas, también dependerá de qué ingredientes lleven. Por ejemplo, si lleva patata, no se recomienda su congelación. Una buena opción sería preparar una crema de boletus, congelarla y el mismo día, sacar, calentar y disfrutar.
Si se opta por un caldo de pollo o de pescado, el proceso de elaboración es muy laborioso, por lo que es una de las opciones perfectas para preparar con antelación y congelar hasta el gran día.
Croquetas
Es una de las tentación de cualquier cena y algo que no puede faltar en una buena mesa de Nochebuena. Se pueden congelar sin problema y muchas veces, esto ayuda a que el rebozado quede más crujiente, aunque algunas personas prefieren hacerlas en el día ya que el interior puede verse resentido por el proceso de congelación.
Postres
Las tartas, galletas y bizcochos se pueden congelar con facilidad ya que no tienen casi agua. Otro de los postres estrella para ser congelados es la mousse de chocolate. Por el contrario, no se recomienda congelar los dulces elaborados con hojaldre o masa quebrada.