El Tribunal Supremo celebra este miércoles la tercera jornada del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en la que están llamados a declarar como testigos el exlíder del PSOE de Madrid Juan Lobato y la actual secretaria de Organización del PSOE-M y ex alto cargo de Moncloa, Pilar Sánchez Acera. También comparecerán media docena de periodistas que informaron sobre el caso en los días clave.
La sesión comenzó a las 10:00 horas, con la declaración de Lobato, quien ya compareció ante el instructor Ángel Hurtado durante la fase de investigación, hace casi un año. Entonces, el magistrado lo citó tras la publicación en ABC de una información que apuntaba a que Moncloa le habría hecho llegar datos sobre Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
El origen de esa filtración se sitúa en un correo electrónico del 2 de febrero de 2024, en el que la defensa de González Amador ofrecía reconocer dos delitos fiscales a cambio de un pacto con la Fiscalía. Ese correo es el centro del juicio, ya que el fiscal general está acusado de haberlo filtrado la noche del 13 de marzo de 2024.
Durante la investigación, Lobato entregó al Supremo el contenido de su teléfono y un acta notarial que recogía mensajes con Sánchez Acera. En ellos, la entonces asesora en Moncloa le habría enviado un "pantallazo" del correo la mañana del 14 de marzo, antes de que la Fiscalía publicara su nota de prensa, y le habría animado a utilizarlo contra Ayuso en la Asamblea de Madrid.
Lobato niega haber recibido instrucciones de Moncloa
En su declaración de hoy ante el Supremo, Lobato ha negado con rotundidad haber recibido instrucciones políticas de Moncloa y ha enmarcado los mensajes con Sánchez Acera en una "estrategia de coordinación política ordinaria" dentro del PSOE madrileño.
El exlíder socialista ha rechazado que pensara que la entonces asesora en Moncloa obtuviera el correo a través de la Fiscalía, aunque ha reconocido que le pidió aclarar el origen del documento "por prudencia", ya que solo podía usarlo en el debate parlamentario si era público. Ha explicado:
Yo quería usarlo si era un documento de origen legítimo, claro, porque el debate político de ese día se centraba en eso, en sí había mentido o no la presidenta
Su declaración, más firme de lo habitual, pero muy comedida, ha insistido en que no recibió órdenes de ningún tipo desde Moncloa.
Sánchez Acera sigue sin recordar quién le envió el correo
También testifica Sánchez Acera, ex alto cargo de Moncloa, que ha vuelto a declarar lo que ya declaró en marzo, que no recuerda qué periodista le había remitido el correo y que no puede comprobarlo porque cambió de puesto y por tanto, también de terminal. Aunque niega que procediera de Presidencia o de la Fiscalía General.
El instructor, sin embargo, llegó a afirmar en su auto de procesamiento que en Fiscalía se recibieron "órdenes de Moncloa" para filtrar la información, algo que la Sala de Apelación descartó posteriormente por falta de pruebas.

Tras las comparecencias de Lobato y Sánchez Acera, será el turno de varios periodistas citados como testigos. Está previsto que declaren reporteros de Vozpópuli, Libertad Digital, El Mundo, eldiario.es y La Sexta, todos ellos implicados en la cobertura de las informaciones sobre las negociaciones entre la defensa de González Amador y la Fiscalía.

