Desde SUMAR, partido de la coalición de Gobierno, como desde BNG, formación de la investidura de Sánchez y aliado por segunda legislatura consecutiva, celebran que el presidente fuera duro en sus declaraciones de la semana pasada durante su viaje a Oriente Próximo. Sin embargo, coinciden en que Sánchez se quedó corto.
No les basta con la llamada a consultas de los respectivos embajadores, los socios del PSOE exigen la ruptura de las relaciones diplomáticas con Israel. Se trata, según Aina Vidal, portavoz adjunta de SUMAR, de frenar el “genocidio del Gobierno extremista de Netanyahu”.
Tanto Vidal como el diputado gallego Néstor Rego (BNG) piden que España encabeza la lucha internacional contra la “masacre palestina” y, en esa línea” promueva la tramitación de una denuncia ante la Corte Penal Internacional a fin de que el primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu se siente en el banquillo de los acusados.
Cuatro exigencias
A la ruptura diplomática y el procesamiento del jefe de Gobierno israelí se suman dos requerimientos más: el embargo de armas y el reconocimiento inmediato del Estado palestino. Para Vidal, es el momento en vísperas del Día internacional de la solidaridad con el pueblo palestino, efeméride que se celebra cada 29 de noviembre desde 1977. Una fecha que quieren se convierta en actos de protestas mañana en todas las instituciones.
Para los socios de Sánchez, el paso previo y más urgente es un alto el fuego permanente y “el intercambio de rehenes”. Vidal eludía el término presos palestinos, equiparando a las decenas de secuestrados tras la matanza en el Kibutz, con los prisioneros condenados por la Justicia Israelí, muchos de ellos con delitos de sangre.
Entre los liberados durante los últimos días sí hay prisioneros condenados por intento de asesinato o, incluso, por haber perpetrado atentados terroristas y algunos de ellos sentenciados a largas penas de prisión.